El gigante egoísta no dejaba jugar en su jardín a ningún niño. Por eso,construyó un gran muro y colocó un cartel de prohibido el paso. Sin embargo,el gigante se dio cuenta de que no era feliz estando solo y, arrepentido, dejó pasar a los niños al jardín. Incluso se hizo muy amigo de un niño que no podía subir a un árbol. Después de ese día ya no volvió a ver más a ese niño.

Pasaron los años y el gigante envejeció. Un día, al asomarse por la ventana volvió a ver a aquel niño y lleno de alegría salió al jardín a pesar de estar ya
muy mayor. El gigante descubrió que era el Niño Jesús y que quería llevárselo con él al Cielo por haber sido tan bueno.

Cuando los niños llegaron del colegio ese día, se encontraron al gigante tendido en el suelo, cubierto con un montón de flores blancas.
Los niños pusieron en la verja del jardín un hermoso cartel donde se leía: “jardín del gigante generoso”.

Otro cuento es el de la leyenda de la Osa Mayor. Debido a una enorme sequía, una niña muy generosa decide ir en busca de un manantial para curar
a su madre enferma.. Tras llenar su cucharón de agua, se encontró a un niño sediento. La niña no dudó en darle agua. El cucharón de madera se trasformó
en uno de plata.Cuando llegó a casa y dio de beber a su madre, el cucharón se trasformó en oro.
Apareció un viajante sediento y la niña decidió darle un poquito de agua. Allí mismo brotó una fuente de agua abundante y ya nunca más hubo sequía en
aquel pueblo.

Y en el cielo, apareció un grupo de estrellas que jamás se habían visto antes…y tenían forma de cucharón. Con el tiempo, los astrónomos la llamaron la Osa Mayor.